jueves, 16 de agosto de 2012

El PETRONIO para qué. Por Germán Patiño / Otras formas culturales de la ciudad. Por Armando Romero.

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Publica y difunde: NTC …* Nos Topamos Con
* Se actualiza periódicamente. Agosto 16,  2012
 "Potrillo a vela" en el Pacífico colombiano. Robert West (1953) .
"De viaje pa´l Petronio en Cali"
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Complemento y seguimiento a: 

Y a:
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Patricio Romano Petronio Álvarez Quintero, o simplemente Petronio, nació el 1 de octubre de 1914 en la isla de Cascajal, Buenaventura, en la costa Pacífica colombiana. Este músico y compositor es hijo de Juana Francisca Quintero Asprilla, una chocoana escritora de versos, y de José Joaquín Álvarez Micolta, un caucano que había llegado a este puerto hacia finales del siglo XIX, atraído por la construcción del primer tramo del Ferrocarril del Pacífico, del cual fue posteriormente maquinista.
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 Petronio Álvarez murió prematuramente el 10 de diciembre de 1966 en Cali, a los cincuenta y dos años, heredándole todo un legado musical a su familia, amigos y en general a las gentes del Pacífico, legado que ha llevado a que se le llame "El Rey del Currulao". En 1997, en honor al "Cuco" se crearía el Festival de Música del Pacifico Petronio Álvarez, que se celebra anualmente en la ciudad de Cali y el cual se ha convertido a través del tiempo en vitrina del folclor, la cultura y la identidad del Litoral afropacífico.
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El PETRONIO para qué 
Por Germán Patiño
EL PAÍS, Cali, Agosto 15, 2012. impreso, en la red.  
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EL PAÍS, Cali, Agosto 15, 2012. impreso, en la red.  
http://www.elpais.com.co/elpais/edicion_impresa/6129fa08f2542f53de4f77e20f91f7eb/elpais-Agosto-15-de-2012.php Pág. C3
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Las páginas C2 y C3
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NTC ... ENLACES
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EL IMPACTO COMUNICATIVO DE LAS POLÍTICAS CULTURALES APLICADAS POR LA SECRETARÍA DE CULTURA EN LA REALIZACIÓN DEL FESTIVAL DE MÚSICA DEL PACÍFICO PETRONIO ÁLVAREZ
Por: SANDRA TATIANA RODRÍGUEZ MORALES y DIANA MARCELA TRUJILLO ROCHA. Trabajo de grado para optar al título de Comunicador Social – Periodista. SANTIAGO DE CALI. 2007
Director: SOLÓN CALERO CRUZ, M.A. en Speech Communication
UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE OCCIDENTE, FACULTAD DE COMUNICACIÓN SOCIAL, DEPARTAMENTO DE CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN, PROGRAMA DE COMUNICACIÓN SOCIAL –PERIODISMO.  
 [PDF] 
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Historia de Petronio Álvarez
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Por Juana Francisca Álvarez Hija de Petronio Álvarez
INMEMORIAN AL CUCO- HERNANDO SAAVEDRA
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Fecha: 15 de agosto de 2012,  13:52

Asunto: Otras formas culturales de la ciudad. La salsa y Cali.

Para: NTC … ntcgra@gmail.com
Apreciados amigos
Encuentro, como Perogrullo, que la música de todo tipo es fundamental en la cultura de los pueblos, y le doy bienvenida a la salsa como parte de lo que es Cali y su gente. Hoy ustedes están de duelo con la muerte de un gran músico y a la vez llenos de alegría por el homenaje tan merecido a Germán Patiño, al cual me uno de todo corazón. Yo creo que estas dos direcciones no son opuestas, sino que concurren en la dirección expresiva y creativa de la ciudad, de toda la región.

Cuando estaba escribiendo mi novela Cajambre me dí cuenta que necesitaba la letra de un "alabao" y el ritmo de un "currulao" para poder entrar al alma de nuestra gente afrocolombiana. Y entonces pasé un largo tiempo oyendo, estudiando el ritmo de estas dos formas musicales, hasta conseguir escribir la letra de ellos e incorporarla a la novela. La música, y en especial la que escuchamos en Cali, está presente en mi prosa. Así, uno de mis libros de cuentos se titula La esquina del movimiento (alusión a la canción de Nelson Pinedo), y en él hay más cuentos con títulos extraídos de canciones de Daniel Santos, Tito Cortés, etc. Y además me precio de haber bailado (no muy bien, desafortunadamente) en Juanchito, Fantasio, Honka Monka, en la avenida sexta, y en "el hueco" de la carrera segunda, fuera de un buen grupo de nightclubs 20-50.

Pero todo tiene su límite, y el hecho de que la salsa se impusiera por encima de las otras formas culturales de la ciudad, me parece digno de atención y de reflexión. Pensemos en Chicago, la cual podríamos llamar la ciudad del "blues", en Buenos Aires y el "tango", en Atenas y la "rebétika", en Lisboa y el "fado". Ninguna de estas presencias musicales se devoró a la ciudad, muy por lo contrario, la enalteció. El lector de mi novela  La Rueda de Chicago encontrará en ella mi pasión por el ritmo del "blues", de su gente. Esta forma musical es parte de la ciudad, así como lo es su arquitectura, su literatura, su arte en general. Yo busqué este balance y creo haberlo logrado. Hoy en día, cuando preparo una novela centrada en Atenas y el Pireo, mi acercamiento a su música es fundamental.

Yo creo, y ojalá nadie piense que esto es una intromisión de un "casi" extranjero, que la salsa (acompañada del dinero fácil) consiguió que la gente de Cali olvidara momentáneamente la pobreza, el miserable espectáculo de ver que la ciudad,  a partir de la década del 70, se desintegraba poco a poco gracias al poder  del narcotráfico y el distanciamiento de toda forma cultural que no se acogiera a una reivindicación de las clases populares, lo que podríamos denominar como una "popularización" de la cultura de la ciudad. Este fue un efecto contrario a lo que había pasado en la década del 60 con el surgimiento de grupos de teatro (TEC), los escritores alineados con la política de izquierda o el nadaísmo y su "revolución sin patas", dado que los componentes humanos de estos grupos venían en su mayoría de las clases media y obrera, y buscaban encontrar, gracias a una universalización cultural, un puesto de importancia en la cultura nacional, para desde ese sitio hacerse sentir en cuanto a los cambios que buscaban en el país. Este impulso contagió a jóvenes escritores de clases más altas, como es el caso de Andrés Caicedo.

Yo pasé largas temporadas en Cali en estas décadas luego del 70, y vi este cambio lastimoso. Poco a poco algunos de mis viejos amigos y conocidos se fueron acercando peligrosamente a los "capos" del narcotráfico, hasta caer algunos de ellos en la cárcel o en la desgracia. Pero, a pesar de mi horror, el jolgorio era general en la ciudad. Recuerdo un día en que estaba acompañado de varios escritores en el Café de los Turcos en la avenida sexta y la reunión se disolvió porque un cantante de moda estaba en la ciudad y era religión ir a oirlo y bailar su salsa. Parafraseando a Holderlin, hoy de moda en las universidades, podríamos preguntarnos"¿Para qué cultura en tiempos de jolgorio?”

Así veo yo las cosas, amigos de NTC …, y admiro su entusiasmo por buscar que la ciudad, sus intelectuales, aprovechen estas formas del internet para volver al diálogo, ya que los cafés literarios son cosa del pasado, al parecer. Sin embargo, dudo mucho que logren una audiencia, porque una de las secuelas de esta "cultura de la salsa" es el desinterés, la desidia que produce. No se puede hacer la "caída de la hoja" pensando en Kafka, decía Perez Prado.

Pueden enetecear esta carta si así lo desean.

Cordialmente, Armando

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¿Por qué el “Petronio”?

EL PAÍS, Cali, Agosto 16, 2012. EDITORIAL,  http://www.elpais.com.co/elpais/opinion/editorial/anonimo/por-petronio

Desde la década de 1990 en el Departamento se comenzó a hablar con insistencia de la necesidad de unir el valle geográfico con el Litoral pacífico. La motivación principal era el comercio exterior y la conciencia de que el desarrollo de la región dependía del vínculo entre Cali y Buenaventura.

Los Gobernadores de entonces hicieron del tema un eje de sus políticas, bajo conceptos como el que primero somos “costeños del Pacífico”, la importancia de esa Cuenca en el mercado mundial, y el desarrollo de acciones para reforzar el vínculo entre el plan del Valle y el Litoral oceánico.

Pero aquel vínculo ansiosamente buscado no podía limitarse a las obras de infraestructura, con todo y su importancia. Se requería de una conexión espiritual, de un nexo cultural entre los pobladores de una y otra subregión. Para los caleños, ser “costeños del Pacífico”, no tenía sentido, cuando no sabíamos nada de la cocina, la música, el habla, y las tradiciones y costumbres de los vallecaucanos de la costa. Lograr aquel reconocimiento fue el germen del Festival “Petronio Álvarez”.

Pero también el vacío. Con toda su riqueza, en el circuito colombiano de festivales folclóricos estaban presentes todas las regiones, menos el Pacífico. Con 26 aires musicales de origen africano e indígena, no existía un espacio en el que un colombiano, incluido un vallecaucano, tuviera la oportunidad de conocer y disfrutar de aquel riquísimo patrimonio. Más que un problema legal o de cumplir la Constitución, el asunto era, y es, de conocernos y saber qué hacemos.

El Festival de Música del Pacífico Petronio Álvarez llenó aquel vacío. Y lo hizo de la mejor manera: premiando generosamente a los artistas, brindándoles las mejores condiciones técnicas para la interpretación de su arte y haciéndolo en la ciudad que mejores escenarios tiene para acoger a esa marea de negritudes que cada año se hace presente en el festival. Y fue posible por la persistencia y la dedicación de Germán Patiño, quien como gerente cultural del Valle en 1997 y luego como Secretario de Cultura del Valle, promovió sin pausa el Festival que ayer inició su XVI versión.

En ese propósito, Cali cuenta con una población afrodescendiente desde los tiempos de su fundación. Y desde las haciendas cercanas a esta capital, y a Palmira, Buga y Cartago, se organizaron las cuadrillas de mineros que luego se trasladarían a las minas de los ríos del Pacífico. De allí que la negredumbre vallecaucana cuente con profundos lazos, históricos y de parentesco, con los afrodescendientes del Pacífico. El desarrollo agroindustrial los reforzó, cuando miles de familias de Tumaco, Barbacoas, Guapi, Timbiquí y el San Juan chocoano, entre otros poblados, retornaron al valle del río Cauca, aportando su trabajo y vitalidad a la modernización.

Así, más que un encuentro musical, el Petronio se ha constituido en un acto comunitario en el que se vuelven a tejer lazos perdidos y se produce un reencuentro cultural de pueblos con un pasado histórico común. Hay una fuerza inconsciente, de antigua procedencia, que fascina a los asistentes y a los visitantes que ocasionalmente se acercan a él. De allí el júbilo, la sana convivencia, los cantos, el baile y aún la jarana. De allí su justificación e importancia.

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Publica y difunde: NTC …Nos Topamos Con 
* Se actualiza periódicamente. Agosto 16,  2012
 "Potrillo a vela" en el Pacífico colombianoRobert West (1953) .
"De viaje pa´l Petronio en Cali"
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