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MIS FLORES NEGRAS (60 versiones)
y otras interpretaciones de composiciones y letras de Julio Flórez
Por María Isabel Casas R.
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La
Canción Colombiana (págs. 126 y 127).-
Julio Flórez-
Jaime
Rico Salazar
* La canción colombiana. Su historia, sus compositores, sus mejores intérpretes y sus canciones.
Por Jaime Rico Salazar. Publicación Bogotá : Grupo Editorial Norma, 2004.Descrip. física: 820 páginas. 21.5 x 28.3 x 4.0 cms.
Pedro Nel Ospina organizó un
homenaje nacional que tuvo eco en muchas instituciones privadas y acordaron
efectuar su coronación oficial el 14 de enero de 1923.
Cientos de automóviles y buses
salieron de Barranquilla en caravana hasta Usiacurí, en donde habían instalado
un tablado para coronar al poeta. Miles de ofrendas florales llegaron aquel
día. El periódico El Tiempo le envió una simbólica araña de oro. La colonia italiana
donó la corona de laureles de oro que le fue ceñida. La colonia siria le envió
una hermosa tarjeta de oro. Los presos de la cárcel de Santa Marta le enviaron
un hermoso crucifijo para que lo acompañara en sus últimos momentos. Y el
gobierno Nacional envió una hermosa lira con un mensaje muy conmovedor del
presidente Ospina.
A las 11 de la mañana el
Gobernador del Atlántico, general Eparquio González realizó la coronación
oficial mientras sonaban los acordes del Himno Nacional. Julio Flórez no pudo
hablar, tomó el violín y desgajó unas notas mientras sus ojos se inundaban de
lágrimas. Esa tarde por petición del mismo Julio fueron bautizados sus cinco
hijos, reconciliándose así con la iglesia católica, en la que nunca creyó.
Los días que siguieron a la coronación
fueron críticos hasta el 7 de febrero en que se despidió de este mundo. Sobre
las 10 de la mañana, conciente plenamente de que su espíritu se deslindaba de
la materia, acercó a su esposa y a sus hijos y les pidió un último beso y
exclamó. "¡Oh! que grande es el universo.." fueron sus últimas
palabras...
El funeral fue impresionante.
Sus restos mortales permanecieron en la iglesia de Usiacurí y entrada la noche,
con una inmensa asistencia de público y con la iluminación que le dieron
millares de estrellas llevaron el féretro al cementerio. Antes de darle
sepultura se guardaron cinco minutos de silencio que él mismo había pedido y
sobre su tumba pusieron el epitafio que también el mismo solicitó: “Julio
Flórez, colombiano”
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"El
enterrador" y "Boda negra" no son de Julio Flórez...
Definitivamente no es el autor de la letra de "El
enterrador", (o "La hija de Juan Simón") como está explicado en
la página 69, capítulo de Pelón y Marín.
Tampoco es el autor de la letra
de la canción "Boda negra" que musicalizó en 1905 el cubano Alberto Villalón y que fue tan popular
hace unos años en la voz del cantante cubano Gilberto Urquiza. Equivocación
grande que trae el libro, con lo mejor de sus poemas editado por el Banco de la
República en 1967, con ocasión de la celebración del centenario de su
nacimiento, y que trae un prólogo excelente del maestro Rafael Maya. Este
tétrico poema fue escrito por Carlos
Borges un sacerdote venezolano que llevó una vida tenebrosa y que él mismo
afirmaba haberlos escrito en 1885...
"Oye la historia
que contóme un día
el víejo enterrador de
la comarca
era un amante a quién la
suerte impía
su dulce bien le
arrebató la parca..."
Carlos
Emilio de los Desamparados era su nombre de pila y vio la primera luz
en Caracas en el año 1867. Tuvo una juventud muy parecida a la del poeta
colombiano. Contaba que desengañado de su suerte por haber perdido a una novia
que adoraba, pues sus padres la habían recluido en un convento para separarlos
(y qué bien lo hicieron) decidió hacerse sacerdote. Después de haber recibido
las órdenes sacerdotales fue asignado como capellán a un colegio de monjas.
Allí enamoró a la más bella de las religiosas y armó tremendo lío. Colgó la sotana, se dedicó al licor y a
escribir poemas eróticos.
Hasta que un sacerdote dominico lo convenció de
que organizara su vida. Lo llevó a Nueva York, en donde falleció el protector.
Emprendió un peregrinaje de regreso por Centroamérica haciendo escándalos por donde pasaba hasta llegar a
Caracas, en donde encontró en la calle a un Obispo, se le arrodilló y
públicamente le hizo una confesión de sus pecados. El Obispo lo perdonó y
volvió al convento. Pero genio y figura hasta la sepultura... Continuó
escribiendo versos llenos de erotismo con el seudónimo de Oscar Sutil y lo
pillaron los curas. Nuevamente lo pusieron en la calle. Y lo volvieron a
perdonar...
El mismo día que Juan Vicente Gómez derrocó al
dictador Cipriano Castro, públicamente se lanzó a la calle a gritar vivas al
gobernante depuesto. Razón por la cual fue encarcelado. En su celda le dio por
escribir poemas exaltando a Juan Vicente que conmovido, lo indultó y lo nombró
su capellán particular. En ese oficio se desempeñaba cuando vino el diablo por
él, el 21 de octubre de 1932.
Anotaba Carlos Borges:
"Escribí en versos detestables cierta canción fúnebre que atribuida a
Julio Flórez, tuvo la suerte de alcanzar una inmensa popularidad en la América
española. No hay pueblo de Venezuela ni de Colombia donde no la canten..."
Y termina: "El fervor y la simpatía con que el público americano acogió
tan pésimas estrofas, indudablemente se debe a la paternidad putativa de Julio
Flórez. El nombre del poeta querido trasformò en brillantes luciérnagas los
oscuros gusanos de mis versos..."
En la misma Obra Poética de Julio Flórez que editó
la Biblioteca Luis Angel Arango (Banco de la República) hay otro error, (página 118) pues incluyen
como suyo el poema "Reto" que es del mexicano Manuel
Ma Flores (1) y que figura en su
poemario Pasionaria editado en 1885
...
"Sí porque a tus
plantas ruedo
como un ílota rendído
y una mírada te pído
con temor, casi con
miedo;
sí porque ante tí me
quedo
extátíco de emocíón
síntíendo que el corazón
se va en mí pecho a
romper..."
El
aporte poético de Julio Flórez a la canción popular...
El pasillo "Mis flores negras" su máxima creación...
Por supuesto, que el mayor
aporte que hizo Julio Flórez al repertorio de la canción colombiana fue el
pasillo "Mis flores Negras " o "Flores Negras " como se
conoció inicialmente. Pero desafortunada-mente en las primeras versiones que se
grabaron no supieron acreditar correctamente la autoría.
"Oye, bajo las
ruinas de mis pasiones
y en el fondo de esta
alma que ya no alegras
entre polvo de ensueños
y de ilusiones
brotan entumecidas mis
flores negras..."
Mientras Julio Flórez vivió
nunca hubo controversia. Hay que tener en cuenta que además de poeta era
músico, tocaba el piano, el tiple y se acompañaba con ellos. Formó parte de un
cuarteto en donde además de tocar el tiple era el cantante. Sus compañeros eran Clímaco Soto Borda que tocaba la
bandola, Enrique Alvarez Henao y Jorge Pombo que tocaban las
dulzainas. Y las noches bogotanas y muchas enamoradas los oyeron en serenatas.
Para no repetir información sobre "Mis flores negras " se puede leer
lo concerniente a su historia en la página 473, repertorio de Briceño y Añez.
(1) Manuel
María Flores nació en Chalchicomula, hoy Ciudad Serdán, estado de Puebla, el 25
de octubre de 1853. Sobresalió por sus dotes poéticas y formó parte del círculo
literario que auspiciaba Rosario de la Peña. Allí concurrían otros dos grandes
poetas: Manuel Acuña e Ignacio Ramírez "El Nigromante", enamorados de
Rosario quie por preferir a Manuel María, el poeta Acuña decidió terminar con
sus días. Manuel María Flores falleció el 20 de mayo de 1885, el mismo año en
que se editó su obra Pasionaria. Varios de sus poemas alcanzaron popularidad al
convertirse en canciones: el vals"Amémonos", la danza "El
frío" (o "La tarde era triste") y "El beso del adiós"
(ó el "Adiós callado").
++++
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La Canción Colombiana
Jaime Rico Salazar (pág
69)
Pelón y Marín
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Disco 407 Lado A y B - Falta encontrar este
disco para completar los 40 temas.
Disco
426 Lado A - "Capullito capullito"
jota cantada por R. Arana, filipino.
Disco
426 Lado B - "Piensa en mí",
danza de autores no conocidos. Es el mismo 399 B.
Disco 592 Lado A -"El enterrador", bam-buco...
Disco 592 Lado B - "Jamás" - Pasillo - Es el mismo de la casa A del N° 388... "No puedo estar sin ti"...
Disco 594 Lado A - "Rayo de luna" - Pasillo - Es el mismo de la cara B del
N° 393 que volvieron a editar aparte...
Disco
594 Lado B - "La mujer
traidora" - Es una canción española interpretada por Rosales y Robinson, grabada mucho antes
que las de Pelón y Marín...
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*La autoría de “El Enterrador”…
Jorge Añez le acreditó la música a Luis Romero y la letra a Julio
Flórez. Pero no es cierto en ninguno cré los dos casos. La letra, según el
poema que está al lado es de Francisco
Garas. Y la música tampoco es de Luis Romero. Ya vimos que los otros dos
temas que Añez le acreditó a Romero "Asómate
a la ventana" y "La
negra" son de Alejandro Flórez. Además si hubiera sido de Luis Romero,
la hubiera llevado al disco su hermano con Eduardo Baquero, dado el éxito que
la canción. Y no lo hizo.
La situación se aclaró cuando El Espectador
publicó una fotocopia de una página que alguien envió, de una publicación de
finales del siglo antepasado llamada La
Caridad, que editaba don José Joaquín Ortiz y que en el número XIV del 14
de julio de 1882 - N° 25 publicó el poema con el nombre de "El sepulturero
Simón" y lo firma Francisco
Garas. Pero no se sabe quién es y de dónde es el personaje. ..(es posible
que sea español) porque la revista no trae ningún comentario especial acerca de
los autores de las poesías que publica. La persona que quiera comprobarlo lo
encuentra en la Biblioteca Luis Angel Arango de Bogotá. Por la fecha de la
publicación quedan descartados todos los demás candidatos, entre ellos Victoriano
Valencia (1891 - 1956) de Manizales a quién también se le atribuyó la
letra que tiene
pequeños cambios de acuerdo con el poema...
Julio
Flórez la cantaba en todos los recitales que hacía, especialmente cuando fue a
España como Agregado Cultural (1908) y por esa razón le acreditaban la autoría
de la canción. Y quizás también por esa circunstancia la canción
"pegó" allá y se involucró en el folklore andaluz.
Existen por lo menos cuatro versiones de "El enterrador
" posteriores por supuesto a la de Pelón y Marín, pero no dan ninguna luz
respecto al origen de la canción. Seguramente la segunda versión la hicieron
los cubanos Floro Zorrilla con Miguel Zaballa que la grabaron el
2 de noviembre de 1909 (Victor N° 62337) sin autor, pero tomada posiblemente
de la grabación de Pelón y Marín. Mario Talavera el tenor mexicano la
grabó el 30 de abril de 1917 (Victor N° 69789) y figura A. Marín en la
autoría. El mismo Adolfo Marín.
Miguel Lerdo de Tejada en la misma fecha grabó además "El
soldado" (o "El adiós del soldado") como arreglo
suyo, lo que indica claramente que estaban tomándolas del repertorio de Pelón
y Marín. Años más tarde, el 14 de abril de 1928 lo grabaron los Hermanos
Hernández (Victor N° 80740) sin autoría. En el reverso está "Van
cantando por la sierra" también sin autoría. Y el 30 de enero de 1942
lo grabaron Luis Valente y Alejandro Giraldo como pasillo y con
la autoría de Hugo José Gigante (Victor N° 83819) un personaje que figura mucho
en el repertorio que grabaron Valente y Cáceres...
Hernán Restrepo Duque sostenía que era de Alejandro Flórez y no de Pedro
Morales Pino. Pero resulta que en el álbum personal que éste ilustre personaje
organizó en vida, con sus partituras y los recortes de periódicos que
comentaron sus actuaciones en las diferentes giras que realizó, figura éste
bambuco en el listado de sus creaciones musicales... letra y música...Es
irrebatible... Hernán no tuvo la suerte de conocer este álbum...
La mayor dificultad para localizar las canciones de Pelón y Marín es que
los títulos con las que aparecen registradas en el catálogo son diferentes a
los que aquí se conocieron, por ejemplo "Jamás" se conoció
como "No puedo estar sin ti", "La prisionera" es
"Canora avecilla", "Todo por ti" es "Por ti he
perdido la calma, "Melancolía" es "Margarita"Toros y
Cañas" es "Ya ves", "Las golondrinas" es
"Ya tornan al alero", "Los alciones" son "Mis ilusiones",
"Rayo de luna" es "Pasas por el abismo "...Es necesario
entonces escuchar la grabación para poder tener ...
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Me contaba mi abuela colombiana, que a su vez le contó su abuelo, que los arrieros de tiempos idos, los mismos que bajaban por las montañas de Antioquia la Grande con sus mulas todoterrenos, en las noches de verano cantaban esta canción al calor de los aguardientes. Muchos lloraban, porque recordaban como la vida dura de mediados del siglo XIX les había arrebatado seres queridos aun siendo jóvenes. La canción la compuso un trovador paisa que conoció a Juan Simón porque ambos eran trovadores de Bambuco, ritmo musical que para entonces empezaba a tomar forma como una mezcla de la queja indígena, la nostalgia de los esclavos y el canto español. El compositor recordaba con especial énfasis que Juan Simón, el enterrador, dijo hasta el final de sus días que aunque había enterrado su corazón éste se levantaría con el de su hija en el amanecer de su resurrección.
ResponderEliminarDice la leyenda que cuando alguien canta esta canción en las montañas antioqueñas, a la mañana siguiente y justo antes que la neblina desaparezca con la salida del sol, se observa la silueta como de un padre abrazando a su hija y hay quienes escuchan risas como en un ambiente de familia. Por eso los arrieros comienzan el día abrazando a sus hijos y dándoles la bendición.